El ramen japonés tiene sus orígenes en la cocina china, introducido a Japón a finales del siglo XIX por inmigrantes chinos. Con el tiempo, esta sopa de fideos evolucionó hasta convertirse en un plato icónico de la gastronomía japonesa, adaptándose a los ingredientes y sabores locales. Hoy en día, el ramen es una de las comidas más populares en Japón y en el mundo, con innumerables variedades regionales que incluyen estilos como el shoyu (salsa de soja), miso, tonkotsu (caldo de hueso de cerdo) y shio (sal). Su importancia radica no solo en su sabor reconfortante y su versatilidad, sino también en su papel cultural, ya que representa la fusión entre tradición e innovación en la cocina japonesa, con chefs experimentando constantemente con nuevos ingredientes y técnicas para perfeccionar este plato.